El ancho mar de los Sargazos (Narrativa) - Tapa dura

La novela más conocida de una de las grandes voces del siglo XX

«Una de las novelas más geniales del siglo XX.»
The Times

Antoinette Cosway busca crear un mundo propio, a medias entre los modales distinguidos de su familia británica y las misteriosas vidas de los isleños jamaicanos. Un joven inglés se casa con ella, pero después del matrimonio empiezan a circular inquietantes rumores sobre el comportamiento de su esposa.

A principios de 1940, Jean Rhys leyó por primera vez Jane Eyre, de Charlotte Brontë, y decidió rendirle su peculiar tributo imaginando ella también la historia de una mujer tentada por la locura. Fue así como nacieron las primeras páginas de El ancho mar de los Sargazos, la novela que por fin, ya en el año 1966, concedió a Rhys el aplauso unánime de la crítica y del público.

Jean Rhys nació en Dominica en 1890, hija de un médico galés y una dama criolla de origen escocés. A los dieciséis años se trasladó a Inglaterra y allí vivió el mundo bohemio de la época, trabajando como modelo y actriz de revista.

La autora tanteó el mundo de las letras cuando el primero de sus tres matrimonios fracasó. Tenía alrededor de treinta años entonces, y vivía en París. Ford Madox Ford en seguida se dio cuenta de su talento y escribió una elogiosa introducción a su primera colección de cuentos, publicada en 1927. A este trabajo siguieron cuatro novelas (de próxima publicación en Lumen), pero ninguna de ellas tuvo especial resonancia entre el público de entonces. La honradez descarnada de Rhys, su merodear por los bajos fondos de la psicología femenina, no fueron bien vistos, y al cabo de un tiempo sus textos desaparecieron de las librerías. La autora misma se “desvaneció” hasta el punto que muchos la creían muerta, y solo veinte años más tarde se supo que había vivido recluida, escribiendo cuentos y redactando una y otra vez la novela que le dio por primera vez fama y prestigio. Ancho mar de los Sargazos se publicó en 1966 y, ante el aplauso de la crítica, la autora solo pudo contestar “Es demasiado tarde, queridos.”

Agobiada por los altibajos de una vida sentimental intensa y por su debilidad por el alcohol, la autora murió en Londres en 1978, dejando inacabada su autobiografía que se publicó póstuma con el título de Una sonrisa, por favor.